jueves, 13 de noviembre de 2008

COMBINANDO APRENDIZAJES O APRENDIENDO COMBINADAMENTE


Sin lugar a duda, el b-learning es una consecuencia del e-learning que se funda a partir de los métodos, técnicas y nociones de la Educación a distancia (EaD). Al involucrar a la EaD en este novedoso tema del aprendizaje combinado, es correcto afirmar que lo único novedoso es el concepto y su entorno, y no la metodología como tal. “Blended Learning no es un concepto nuevo. Durante años hemos estado combinando las clases magistrales con los ejercicios, los estudios de caso, juegos de rol y las grabaciones de video y audio, por no citar el asesoramiento y la tutoría” (Brodsky, 2003).
Precisamente a partir de esta afirmación me permito hacer una crítica a la implementación del b-learning en nuestra educación. Retomando a Mercader (1997) y su clasificación de acuerdo al uso que hacemos de las nuevas tecnologías en tecnófilos: uso indiscriminado de los recursos tecnológicos, tecnófobos: temor indiscriminado hacia los recursos tecnológicos y críticos: usan los recursos tecnológicos de manera analítica, racional y oportuna, es indudable que la gran mayoría aún nos encontramos en la etapa tecnofílica. La gran mayoría de docentes creemos que la virtualidad del aula nos permite encargar la labor docente al computador y en especial al Internet, es decir trasladamos la presencialidad a la virtualidad incluyendo al docente quien pasara de ser un coordinador de aprendizaje a un simple operario de la maquinaria virtual, de la cual sus estudiantes tendrán que remitirse al manual (por así llamarlo) de dicha maquinaría para poder sacar provecho de la información que posee tal herramienta. Con esto no ataco al modelo de aprendizaje, ataco a la poca importancia que los institutos académicos le prestan a éste hecho e incluso los propios colegas, para algunos quienes consideran que dictar un curso virtual les dará la posibilidad de descansar un poco de sus cursos presenciales.
Ahora bien, todos los problemas y desventajas del b-learning hacen parte del cambio e innovación que conlleva el desarrollo tecnológico. Como dice Bartolomé (2001) “La clave del cambio metodológico no es para aprender más (ni menos) sino aprender diferente”. Entonces, obviamente también se debe enseñar diferente. Nuestra meta como docentes debe encaminarse a lograr “desarrollar las habilidades críticas de los estudiantes, habilidades de pensar y actuar que trasciendan las percepciones tenidas como seguro, prejuicios, etc.” Harvey y Knight (1996) Acá entra en juego el concepto de la experiencia significativa del estudiante que nombra Páez (1999). Básicamente lo que quiere decir Páez es que el campo de aprendizaje no se limita al aula (ya sean 4 paredes o la virtualidad de una plataforma educativa tipo Moodles) sino ampliar el espectro a todo lo que rodea a sus estudiantes y a las actividades que realizan. Para ello debe tener claro quiénes son sus estudiantes, sus gustos, sus orígenes, sus hobbies, habilidades, su disponibilidad de tiempo, etc. Pero como se puede lograr ese acercamiento con los estudiantes (tan distantes físicamente), pues a través de la planeación y preparación de las actividades, del monitoreo y registro que haga de las producciones realizadas, y obviamente del seguimiento organizado que haga de cada uno de sus estudiantes. La gran mayoría del tiempo creemos que lo importante del proceso de enseñanza es lograr el objetivo fijándonos únicamente en la parte cognoscitiva del alumno y dejamos de lado sus fortalezas y debilidades. Y para lograr tan titánica labor dentro de un ambiente combinado, pues existen afortunadamente las utilísimas herramientas de comunicación las cuales pueden ser sincrónicas (chat, video conferencias, etc.) o asincrónicas (correo electrónico, foros, wikis, etc.) La sincronicidad nos aleja la nostalgia del curso presencial (face-to-face) y la asincronicidad nos da tanto a alumnos como a docentes la oportunidad de comunicarnos efectivamente en diferente tiempo. El principal papel que deben cumplir estas herramientas es “actuar como un vehículo para la difusión de los mensajes y la interacción comunicativa”. Valverde (2002). Es decir es nuestro canal directo para que la información fluya de un lado al otro con el único propósito de lograr el objetivo de grupo.
A manera de reflexión personal, creo que volveré a revisar la bibliografía sobre la educación a distancia, para así construir una estructura sólida de lo que es el blended learning, ¡nada mejor que revisar los orígenes para construir el futuro!

BRODSKY, M. W. (2003). Four Blended Learning Blunders and How to Avoid Them. Learning Circuits, Noviembre 2003. http://www.astd.org/ASTD/Publications/LearningCircuits/2003/nov2003/elearn.html

DRISCOLL, M.P. Y VERGARA, A. (1997). Nuevas Tecnologías y su impacto en la educación del futuro, en Pensamiento Educativo, 21.

HARVEY, L. y KNIGHT P. (1996). Transforming Higher Education. Buckingham, The Society for Research into Higher Education and the Open University Press.

MERCADER, A (1997). "Mirada tecnológica, transterritorialització i ecología del mitjans". Treballs de comunicació 8: 239-242.

PÁEZ, J.J. (1999). Ambientes de aprendizaje interactivos: un aporte a la enseñanza de la ciencia. Agenda Académica, 6,2. Universidad Central de Venezuela. pp. 63-69. URL:http://www.revele.com.ve//pdf/agenda/vol6-n2/pag63.pdf.Recuperado (6 Octubre 2005).

VALVERDE, J. (2002): Herramientas de comunicación sincrónica y asincrónica, en AGUADED, JI. y CABERO, J. (dirs). Educar en red, Málaga, Aljibe, 57-81.

ZAÑARTU CORREA L.M. “Aprendizaje colaborativo: una nueva forma de Diálogo Interpersonal y en Red”. http://contexto-educativo.com.ar/2003/4/nota-02.htm [15 octubre 2005]

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